Por momentos se me hace incomprensible entender que los empresarios que viven del cuento del dirigente sindical sean quines negocian el destino económico de los/as trabajadores/as. Pero luego recuerdo que es el movimiento obrero el inconciente responsable de que esto suceda. Desde el momento en que se dejó seducir por los "derechos" que la intervención del Estado le prometía se condenó a los/as trabajadores/as a seguir siendo la masa que paga con su tiempo y esfuerzo el lujo de los empresarios y sindicalistas.
A poco de comenzar a organizarse el movimiento obrero en la Argentina ya se sabia que no había que respaldar ni permitir que el gobierno intervenga en las negociaciones o exigencias de los/as obreros/as, por eso se difundía la acción directa como medio de lucha. Con gran lucidez en el 4° Congreso obrero de julio de 1904 realizado en argentina, esto se declaraba sobre el proyecto de Ley Nacional del Trabajo: “El 4° Congreso de la F.O.A. rechaza el proyecto de ley nacional de trabajo por considerarla perniciosa para la clase trabajadora, porque lleva en el fondo el premeditado propósito de destruir nuestra actual organización. Llegando, si es preciso, en caso de ser promulgada, a la Huelga General para obligar a los poderes públicos a derogarla.”
Verdaderamente combativos y concientes de quienes son los enemigos del pueblo trabajador, algo que penosamente hoy no se refleja en el movimiento obrero que esta dependiendo de las resoluciones que hacen los burgueses que tienen el mando de los sindicatos.
Las declaraciones que están realizando los dirigentes sindicales, son de colaboracionismo con el poder, llaman a la paz cuando se esta reprimiendo a los movimientos gremiales y sociales, y la gran masa de laburantes está esperando la voz de los dirigentes, y no se involucra directamente en resolver los problemas a sus necesidades. Atentos para saber cual es el techo que pone el gobierno para las paritarias, los gremios y la masa trabajadora, espera y acepta la realidad que les esbozan desde las estructuras de poder.
¡Basta! ¡Tomemos el ejemplo de los/as obreras/os que supieron darle pelea real a los patrones y al gobierno de turno, alejemos a los dirigentes sindicales y busquemos la libertad de asociación como trabajadores/as, no dejemos que los jueces y empresarios decidan sobre la legitimidad de las acciones obreras!
¡Viva la acción directa!
¡Por la libertad de asociación de las y los trabajadoras/es!
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