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¿Qué votamos cuando votamos?
Cuando votamos no solo estamos eligiendo a un pequeño grupo de personas para que nos mande y nos diga cómo tenemos que vivir y qué tenemos que pensar, también, con nuestro voto, estamos sosteniendo al sistema capitalista y a su Estado. Un Estado que tiene como función principal proteger la propiedad privada de los medios de producción; que para ello utiliza, entre otros medios, a la “justicia” (la ley y el derecho), el dinero y las fuerzas de “seguridad”(la violencia). Por eso cuando cuestionamos la esencia del capitalismo (la propiedad privada de los medios de producción y de la naturaleza, la existencia del trabajo asalariado y la mercantilización de la vida), el Estado siempre actuará para defender el sistema y a las clases sociales privilegiadas y para que vivamos alienados, es decir, que no podamos controlar nuestras vidas ni podamos decidir, por nosotros mismos ni colectivamente, qué hacer con nuestro tiempo disponible y con nuestras vidas.
Desde hace mucho tiempo que nos quieren hacer creer que la democracia es el gobierno del pueblo, que el pueblo a través de sus representantes (la clase politica) gobierna en nombre de nosotros y de nuestros intereses. Nada más falso, pues la mentira queda al descubierto si observamos detenidamente nuestra situación como trabajadores: empleados de comercio en negro y con contratos temporarios, cuando no, trabajando por las malditas comisiones, empleadas domésticas cansadas de limpiar la mierda de los patrones y de atender sus caprichos a cambio de un sueldo miserable, albañiles rompiéndose el lomo para que los que menos trabajan (arquitectos, dueños e inmobiliarias) se lleven la mejor parte, trabajadores estatales precarizados corriendo detrás de la promesa eterna del ingreso a planta permanente, changarines, jornaleros, peones del campo o del pueblo recibiendo siempre las sobras o migajas que deja la patronal. Tercerización, contratos basura, subocupación, desocupación, ¿así es cómo defienden nuestros intereses? Cambian los gobiernos y los politicos y nuestra situación empeora. ¿Hasta cuándo vamos a soportar estas injusticias?
Compañeros, no es a través del voto como conseguiremos liberarnos de los atropellos y las injusticias, tampoco votando es que se solucionarán todos nuestros problremas. Solidaridad entre trabajadores, apoyo mutuo para fortalecernos, compromiso con la injusta realidad que atravesamos para transformarla desde los lugares que ocupamos, organización y lucha son las herramientas que tenemos para dejar de ser ovejas y comenzar a recuperar nuestra humanidad, dignidad y libertad.
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NI VENCEDORES NI VENCIDOS
Esta es la frase que se le escuchó decir al representante de SMATA, Gustavo Agostinelli, al finalizar el
conflicto laboral que se estaba llevando a cabo en la estación de servicio "Best and best". Agostinelli se presentó en Esquel para poner fin a la lucha que desde hacia tiempo venían sosteniendo los empleados de la estación, lucha que se desató a partir del despido de siete compañeros. La reincorporación de tres empleados y la desvinculación del resto con la remuneración correspondiente fue el “logro” alcanzado por este supuesto representante de los trabajadores.
La frase del secretario solo deja ver la complicidad existente entre los patrones y los sindicatos burocratizados porque la lucha, a nuestro entender, tenía como objetivo la reincorporación de la totalidad de los despedidos. Está claro y hasta es comprensible que los trabajadores (por lo menos, los mas expuestos por comenzar la lucha) hayan aceptado la indemnización al pensar que si retornaban a sus puestos de trabajo sufrirían el maltrato y las presiones de la patronal por el hecho de haber emprendido una medida de acción directa y por haber difundido el conflicto en la comunidad. Pero no debería ser así, ya que lo importante es sostener el puesto de laburo y entender que siempre, entre patrón y empleado, va a existir un tire y afloje por la defensa de nuestros derechos o de las mejoras laborales: así como nosotros estamos “acostumbrados” a que nos exploten, ellos deben acostumbrarse a nuestros reclamos.
Las declaraciones de Agostinelli dejan mucho que desear, actuar como empresarios prometiendo que se le conseguirá trabajo a los cesantes no es lo que les corresponde como representante de un sindicato que defiende a los trabajadores. Lo indiscutible es que SMATA consiguió otra sucursal donde recaudar aportes monetarios para sus arcas.
Lo positivo de lo que acontecido fue que la lucha se llevo a cabo por iniciativa de los propios laburantes: 15 días de acampe y reclamo donde a los sindicatos cegetistas no les quedo otra opción más que sumarse a apoyar la medida (ya que la simpatía y actitud solidaria que desarrollaron los vecinos en general no dejaba lugar para que los burócratas miraran para otro lado). También que la medida de fuerza de estos trabajadores deja una huella en Esquel que marca una proclama que repetimos desde esta publicación: la de plantarse ante el patrón sin miedo y, en lo posible, con autonomía de la burocracia sindical. No tiene precio ver la sonrisa de los huelguistas ante la bronca de Bestene, esta sonrisa que muestra la venganza de muchos que pasaron malos momentos como empleados de “Best and best”.
Saludamos fraternalmente a los que pelearon. Si su decisión fue la que se pudo ver en la resolución del conflicto, es legítima.
"la emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos"
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ESCUELA LIBRE DE TIMBRE
En la era postindustrial y tecnócrata todo esta fijado de antemano con exactitud de reloj. La precisión se vuelve una constante, y es necesidad vital para que cada engranaje del sistema funcione de acuerdo al rol para el cual fue diseñado (o programado). El inicio de la jornada, el descanso, el tiempo “libre”, los cambios de tarea y el final del día están pautados, medidos, cronometrados y todos responden al sonido estridente de un timbre. Esto es común tanto para la fábrica como para las prisiones, no por nada el mismo ritual se emplea también, en las escuelas.
A simple vista el timbre de la escuela tiene un valor funcional: separa los momentos de trabajo unos de otros, y a éstos de los momentos de recreo. Establece coordinación entre los movimientos de los diferentes grupos que conviven en la escuela e imparte un ritmo planificado a las tareas. Constituye un organizador, una herramienta de optimización de recursos, un modo eficaz de anticipar y resolver problemas de convivencia y otros derivados de la existencia de espacios compartidos. Si continuamos observando desde la óptica de éste cristal la ausencia de este aparto mecánico, eléctrico o digital de llamada o aviso es sinónimo de caos, cuando no, por ignorancia o desconocimiento de La Idea, de anarquismo.
Pero gracias a la dialéctica y por que no al viejo positivismo sabemos que cada causa tiene su efecto y que detrás de los objetos se encuentran sus significantes, aquello que por gracia de la tradición, la manipulación o la costumbre da razón de ser al objeto con el cual se modelan identidades y modos (o modo hegemónico) de aprender la realidad. Quien tenga el control del significante legitimará su significado y será dueño del objeto y de lo que de él se espera que introyecte en la subjetividad e inconciente del sujeto al cual el objeto esta destinado. La sociedad de control a través de sus instituciones conoce y día a día rinde culto a este axioma. Por lo tanto, concebir al timbre solo desde un punto de vista funcional es un acto de negación de realidad como quien no quiere ver más allá de su propia nariz. Para ser mas preciso, tomaré prestada unas palabras del pensador Foucault: "Entre el maestro que impone la disciplina y aquél que le está sometido, la relación es de señalización: se trata no de comprender la orden sino de percibir la señal, de reaccionar al punto, de acuerdo con un código más o menos artificial establecido de antemano. [...] La educación de los escolares debe hacerse de la misma manera: pocas palabras, ninguna explicación, en el límite un silencio total que no será interrumpido más que por señales: campanadas, palmadas, gestos, simple mirada del maestro [...]"
En otras palabras, se trata de la distinción entre lo funcional y lo cultural. Allí donde lo funcional alude al uso, a la acción integrada en un sistema de funciones que el objeto o el espacio denotan, lo cultural se refiere al estilo, a la estética, y al modo en que éstos connotan y asignan a cada espacio y a cada objeto un valor de metáfora cargada de intencionalidad política. El timbre, desde esta mirada es también vivido por cada uno como un elemento investido culturalmente. Es una metáfora del modo en que la escuela ha heredado algunos rasgos de las fábricas modernas y es ejemplo simbólico del poder del sistema para unificar la actividad en una simultaneidad generalizada (homogenización, masificación, uniformidad o como se la quiera llamar).
Pero, ¿Es posible una escuela sin timbre? ¿Cómo se podría organizar y optimizar el uso del tiempo escolar sin este adminículo? Es más: ¿Es necesario cronometrar el tiempo escolar? ¿Se puede encasillar el tiempo de aprendizaje?
El tiempo como regulador no es un concepto nuevo en educación. Las organizaciones educativas vienen trabajando desde hace tiempo por controlar el impacto del tiempo en el aprendizaje y muchas voces se han alzado para romper las cadenas del tiempo, cuestionando los tradicionales horarios (léase grillas o cronogramas) y demás practicas de programación. Sin embargo, al tiempo se le sigue considerando un bien que debe controlarse y gestionarse. Basta leer el diseño curricular de la Provincia de Río Negro, o de cualquier otro lugar de la basta geografía nacional para comprender que el tiempo, ese divino tesoro, debe adecuarse al estudiante y no, como generalmente ocurre, a la inversa. “Respetar los tiempos de aprendizaje de cada individualidad”, “centrar la evaluación en el proceso y no en el resultado final”, “promover la reflexión y fomentar los espacios de dialogo como herramientas de construcción del saber”, “desarrollar la autonomía y el pensamiento critico”, éstas ideas o conceptos (tal vez objetivos, para aquellos que aun creen en el Estado y sus bondades) son moneda corriente en los diseños y demás propuestas pedagógicas actualizadas. Y el sonido del timbre que no aparece cuestionado o por lo menos problematizado en ninguna de las páginas de estas biblias pedagógicas. Tiempos de aprendizaje, proceso, reflexión, dialogo, autonomía, pensamiento critico son términos que en la practica necesitan del tiempo para nutrirse y poder desarrollarse. Pero este tiempo no es precisamente un trabajar a tiempo, mas bien se trata de trabajar con el tiempo, hacerlo nuestro, adecuarlo a la medida de nuestra circunstancias. Cuantas veces el desarrollo de una idea, el cierre de algún tema o alguna bendita actividad se han visto cercenados por el llamado del recreo o un cambio de hora. Es cierto también que el tiempo escolar no alcanza, pero de ningún modo la exactitud del reloj podrá librarnos de esta falta. Tampoco se trata de que cada profesor haga del tiempo de su materia un uso antojadizo e indiscriminado. Tal vez una posibilidad para que realmente comencemos a respetar los tiempos de nuestros estudiantes esté en empezar a pensar al tiempo escolar y por consiguiente al tiempo de aprendizaje como una variable flexible, que si bien es limitado, no necesariamente está ajustado a los caprichos del timbre ( ni mucho menos a la parcelación de las trayectorias por ciclos y grados). Sin duda será una tarea compleja pensar y llevar adelante una escuela libre de timbre; sin duda alguna siempre será más fácil delegar en otro aquello que podríamos asumir como responsabilidad nuestra. Así delegamos nuestras condiciones laborales y el valor de nuestro salario a los criterios del sindicato, la organización de la escuela a los criterios de la dirección, los contenidos y temas a desarrollar a los criterios de la currícula oficial, el material de estudio a los criterios de la editorial y finalmente, la organización y dinámica de una clase al criterio del timbre. Olvidando que el paso a la autonomía y la autodeterminación es siempre un beneficio para el desarrollo de la personalidad y de la comunidad.
El niño y la niña igualmente resisten esta práctica escolar rígida que marca los tiempos, algunos se esconden para no entrar, tardan en los baños y en los diversos espacios institucionales, siguen jugando y hacen como que no hubiesen escuchado el timbre, es un rechazo contundente y disimulado que muchos niños construyen contra la práctica ritual del timbre escolar.
Para reflexionar y a modo de cierre
“De niño me inculcaron con seriedad que se debe decir la casa y no el casa; yo como y no yo comes. Se obstinaron igualmente en asegurarme que tarde es un adverbio y sobre una preposición. Cuando había aprendido bien una regla me descubrían que no era tal regla, que había numerosas excepciones, las cuales a su vez tenían excepciones. Al fin me libraron del colegio y me di prisa en olvidar cuanto en él había sucedido. Con asombro noté que no me hacía falta saber gramática para hablar en castellano.
Asombroso me pareció también que personas que no conocen la anatomía ni la fisiología del estómago digieran durante largos años imperturbablemente. Cuando me hube habituado a estos hechos, sospeché que las reglas no tienen quizá la importancia que los académicos y los dómines quisieran. Leí verdaderos libros, y vi que el talento y el genio suelen fundar la gramática futura sin molestarse en saludar la presente. La policía aduanesca de mis profesores perdía su prestigio. De dictadores pasaban a copistas. Encargados de medir el idioma, creían engendrarlo.
-Hombre se escribe con h -me corrigieron un día.
-¿Por qué? -pregunté, tímido.
-Porque viene del latín homo.
-¿Por qué entonces no escribimos todo igual: homo?
-¡Silencio!
Observé en los ojos del maestro la misma furia del presbítero que nos dictaba doctrina cristiana. Una regla no se discute. No se discute el código ni el catecismo. Explicar una regla es profanarla.
Escribir hombre sin h, ¡qué vergüenza! Y si en Italia se escribiera uomo con h, ¡qué vergüenza! Si una soltera pare, ¡qué vergüenza! Y si un hotentote encuentra virgen a su esposa, ¡qué vergüenza!
No examinéis las reglas. Examinar es desnudar, y el pudor público no lo permite. Perteneced, si podéis, a la innumerable, a la invencible clase de los archiveros, guardianes y administradores de LA REGLA, y si no podéis, doblad el pescuezo. Pensar es exponerse a ser decapitado, porque es levantar la frente.
La regla es la mentira, porque es la inmovilidad; pero no lo digáis, no lo deis a entender; defended el pan de vuestros hijos.
Rafael Barrett
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NUCLEAR NO
Los capitalistas, sean estos empresarios, banqueros, terratenientes o políticos solo ansían dinero y poder, poco les importa el destino de la humanidad, por lo tanto, es comprensible que no tengan escrúpulos a la hora de tomar decisiones (tanto sobre quien se alimenta y quien no, así como qué rincón del planeta es necesario destruir para saciar sus ambiciones).
Sobre los tratados con Rusia y China, en materia de energía nuclear, nos vamos a referir; los mismos que dan cuenta de la construcción, en nuestro territorio, de una central nuclear y varias centrales hidroeléctricas.
Rusatom es una empresa estatal rusa que ha tratado con Nucleolectica Argentina S.A el diseño y construcción de una planta nuclear con reactor de uranio enriquecido. China también ha entrado en la negociación con la provisión de inversiones, servicios e insumos para la construcción de la cuarta central nuclear, más una central tradicional de agua pesada y uranio natural y también de dos represas hidroeléctricas en Santa Cruz.
Podemos observar que se está poniendo en el paño muchas fichas al desarrollo de este tipo de energía y que el Estado argentino intenta generar su propia energía nuclear y abastecerse de materias primas (fundamentalmente, de uranio) por si misma.
Pero, ¿de dónde van a sacar el uranio? ¿Es la energía nuclear limpia y segura como están difundiendo desde el gobierno?
Por lo visto, los patagónicos estamos en aprieto ya que es sabido que en el suelo de Chubut se encuentra el uranio. Por este motivo el gobierno provincial es claramente pro-minero, y está haciendo, desde hace tiempo, hasta lo imposible o increíble para tratar de zonificar y convencer a la sociedad de que la explotación minera es el progreso para la provincia y el país.
Pero, tanto empresarios como políticos no hablan de lo negativo de esta clase de energía: no se dice que la energía nuclear es cara por la gestión (es decir el transporte, el tratamiento y la disposición fina)l de los residuos que genera. Tampoco que no es limpia ni segura, ya que nadie en el mundo se hace cargo de la basura nuclear. En algunos lugares se tiran los desechos al océano, en otros se los entierra. Además, hay muchos factores que hacen de la energía nuclear un sinónimo de muerte segura: muerte a largo plazo por el cáncer producto de la radioactividad o a corto plazo por alguna falla. "La radiactividad es una energía sutil, sin humo, sin olores, incolora, sin sentido alguno que la pueda captar. Si una millonésima parte de un gramo de plutonio penetra en nuestro cuerpo ocasionará cáncer." Estas características hacen imperceptibles el acecho de la radiación y de la "onda expansiva", la cual puede expandirse a muchos kilómetros a la redonda.
En relación con las fallas, recordemos lo acontecido en Chernóbil, en 1986, cuando, durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un aumento súbito de potencia en un reactor terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior. Las consecuencias: aproximadamente 31 muertos en el momento de la explosión, la evacuación de personas en un área de 155 000 km², altas dosis de radiación en la población (la radiación también fue absorbida por plantas, insectos y hongos, entrando y contaminando en la cadena alimenticia). Sin ir más lejos recordemos también lo que sucedió en Fukushima (Japón)en el año 2011: desastre provocado por un terremoto que sobrepasó la seguridad contemplada por las instalaciones de las plantas nucleares y que desencadenó una serie de fallas que culminaron en diversas explosiones y las fugas radioactivas.
¿Es esto lo que queremos para el desarrollo de nuestra región? De esta manera está asegurado el envenenamiento de las futuras generaciones.
Por estas razones es que no deseamos ni la extracción mega minera, ni la creación de centrales nucleares: Ni acá ni en ningún lugar del planeta.
"No se ha visto nunca a un accionista, empresario o político que viva dentro de una central y eso que hablamos de una energía tan segura y natural"…
NO A LA MENTIRA ELECTORAL
¿Qué votamos cuando votamos?
Cuando votamos no solo estamos eligiendo a un pequeño grupo de personas para que nos mande y nos diga cómo tenemos que vivir y qué tenemos que pensar, también, con nuestro voto, estamos sosteniendo al sistema capitalista y a su Estado. Un Estado que tiene como función principal proteger la propiedad privada de los medios de producción; que para ello utiliza, entre otros medios, a la “justicia” (la ley y el derecho), el dinero y las fuerzas de “seguridad”(la violencia). Por eso cuando cuestionamos la esencia del capitalismo (la propiedad privada de los medios de producción y de la naturaleza, la existencia del trabajo asalariado y la mercantilización de la vida), el Estado siempre actuará para defender el sistema y a las clases sociales privilegiadas y para que vivamos alienados, es decir, que no podamos controlar nuestras vidas ni podamos decidir, por nosotros mismos ni colectivamente, qué hacer con nuestro tiempo disponible y con nuestras vidas.
Desde hace mucho tiempo que nos quieren hacer creer que la democracia es el gobierno del pueblo, que el pueblo a través de sus representantes (la clase politica) gobierna en nombre de nosotros y de nuestros intereses. Nada más falso, pues la mentira queda al descubierto si observamos detenidamente nuestra situación como trabajadores: empleados de comercio en negro y con contratos temporarios, cuando no, trabajando por las malditas comisiones, empleadas domésticas cansadas de limpiar la mierda de los patrones y de atender sus caprichos a cambio de un sueldo miserable, albañiles rompiéndose el lomo para que los que menos trabajan (arquitectos, dueños e inmobiliarias) se lleven la mejor parte, trabajadores estatales precarizados corriendo detrás de la promesa eterna del ingreso a planta permanente, changarines, jornaleros, peones del campo o del pueblo recibiendo siempre las sobras o migajas que deja la patronal. Tercerización, contratos basura, subocupación, desocupación, ¿así es cómo defienden nuestros intereses? Cambian los gobiernos y los politicos y nuestra situación empeora. ¿Hasta cuándo vamos a soportar estas injusticias?
Compañeros, no es a través del voto como conseguiremos liberarnos de los atropellos y las injusticias, tampoco votando es que se solucionarán todos nuestros problremas. Solidaridad entre trabajadores, apoyo mutuo para fortalecernos, compromiso con la injusta realidad que atravesamos para transformarla desde los lugares que ocupamos, organización y lucha son las herramientas que tenemos para dejar de ser ovejas y comenzar a recuperar nuestra humanidad, dignidad y libertad.
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NI VENCEDORES NI VENCIDOS
Esta es la frase que se le escuchó decir al representante de SMATA, Gustavo Agostinelli, al finalizar el
conflicto laboral que se estaba llevando a cabo en la estación de servicio "Best and best". Agostinelli se presentó en Esquel para poner fin a la lucha que desde hacia tiempo venían sosteniendo los empleados de la estación, lucha que se desató a partir del despido de siete compañeros. La reincorporación de tres empleados y la desvinculación del resto con la remuneración correspondiente fue el “logro” alcanzado por este supuesto representante de los trabajadores.
La frase del secretario solo deja ver la complicidad existente entre los patrones y los sindicatos burocratizados porque la lucha, a nuestro entender, tenía como objetivo la reincorporación de la totalidad de los despedidos. Está claro y hasta es comprensible que los trabajadores (por lo menos, los mas expuestos por comenzar la lucha) hayan aceptado la indemnización al pensar que si retornaban a sus puestos de trabajo sufrirían el maltrato y las presiones de la patronal por el hecho de haber emprendido una medida de acción directa y por haber difundido el conflicto en la comunidad. Pero no debería ser así, ya que lo importante es sostener el puesto de laburo y entender que siempre, entre patrón y empleado, va a existir un tire y afloje por la defensa de nuestros derechos o de las mejoras laborales: así como nosotros estamos “acostumbrados” a que nos exploten, ellos deben acostumbrarse a nuestros reclamos.
Las declaraciones de Agostinelli dejan mucho que desear, actuar como empresarios prometiendo que se le conseguirá trabajo a los cesantes no es lo que les corresponde como representante de un sindicato que defiende a los trabajadores. Lo indiscutible es que SMATA consiguió otra sucursal donde recaudar aportes monetarios para sus arcas.
Lo positivo de lo que acontecido fue que la lucha se llevo a cabo por iniciativa de los propios laburantes: 15 días de acampe y reclamo donde a los sindicatos cegetistas no les quedo otra opción más que sumarse a apoyar la medida (ya que la simpatía y actitud solidaria que desarrollaron los vecinos en general no dejaba lugar para que los burócratas miraran para otro lado). También que la medida de fuerza de estos trabajadores deja una huella en Esquel que marca una proclama que repetimos desde esta publicación: la de plantarse ante el patrón sin miedo y, en lo posible, con autonomía de la burocracia sindical. No tiene precio ver la sonrisa de los huelguistas ante la bronca de Bestene, esta sonrisa que muestra la venganza de muchos que pasaron malos momentos como empleados de “Best and best”.
Saludamos fraternalmente a los que pelearon. Si su decisión fue la que se pudo ver en la resolución del conflicto, es legítima.
"la emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos"
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ESCUELA LIBRE DE TIMBRE
A simple vista el timbre de la escuela tiene un valor funcional: separa los momentos de trabajo unos de otros, y a éstos de los momentos de recreo. Establece coordinación entre los movimientos de los diferentes grupos que conviven en la escuela e imparte un ritmo planificado a las tareas. Constituye un organizador, una herramienta de optimización de recursos, un modo eficaz de anticipar y resolver problemas de convivencia y otros derivados de la existencia de espacios compartidos. Si continuamos observando desde la óptica de éste cristal la ausencia de este aparto mecánico, eléctrico o digital de llamada o aviso es sinónimo de caos, cuando no, por ignorancia o desconocimiento de La Idea, de anarquismo.
Pero gracias a la dialéctica y por que no al viejo positivismo sabemos que cada causa tiene su efecto y que detrás de los objetos se encuentran sus significantes, aquello que por gracia de la tradición, la manipulación o la costumbre da razón de ser al objeto con el cual se modelan identidades y modos (o modo hegemónico) de aprender la realidad. Quien tenga el control del significante legitimará su significado y será dueño del objeto y de lo que de él se espera que introyecte en la subjetividad e inconciente del sujeto al cual el objeto esta destinado. La sociedad de control a través de sus instituciones conoce y día a día rinde culto a este axioma. Por lo tanto, concebir al timbre solo desde un punto de vista funcional es un acto de negación de realidad como quien no quiere ver más allá de su propia nariz. Para ser mas preciso, tomaré prestada unas palabras del pensador Foucault: "Entre el maestro que impone la disciplina y aquél que le está sometido, la relación es de señalización: se trata no de comprender la orden sino de percibir la señal, de reaccionar al punto, de acuerdo con un código más o menos artificial establecido de antemano. [...] La educación de los escolares debe hacerse de la misma manera: pocas palabras, ninguna explicación, en el límite un silencio total que no será interrumpido más que por señales: campanadas, palmadas, gestos, simple mirada del maestro [...]"
En otras palabras, se trata de la distinción entre lo funcional y lo cultural. Allí donde lo funcional alude al uso, a la acción integrada en un sistema de funciones que el objeto o el espacio denotan, lo cultural se refiere al estilo, a la estética, y al modo en que éstos connotan y asignan a cada espacio y a cada objeto un valor de metáfora cargada de intencionalidad política. El timbre, desde esta mirada es también vivido por cada uno como un elemento investido culturalmente. Es una metáfora del modo en que la escuela ha heredado algunos rasgos de las fábricas modernas y es ejemplo simbólico del poder del sistema para unificar la actividad en una simultaneidad generalizada (homogenización, masificación, uniformidad o como se la quiera llamar).
Pero, ¿Es posible una escuela sin timbre? ¿Cómo se podría organizar y optimizar el uso del tiempo escolar sin este adminículo? Es más: ¿Es necesario cronometrar el tiempo escolar? ¿Se puede encasillar el tiempo de aprendizaje?
El tiempo como regulador no es un concepto nuevo en educación. Las organizaciones educativas vienen trabajando desde hace tiempo por controlar el impacto del tiempo en el aprendizaje y muchas voces se han alzado para romper las cadenas del tiempo, cuestionando los tradicionales horarios (léase grillas o cronogramas) y demás practicas de programación. Sin embargo, al tiempo se le sigue considerando un bien que debe controlarse y gestionarse. Basta leer el diseño curricular de la Provincia de Río Negro, o de cualquier otro lugar de la basta geografía nacional para comprender que el tiempo, ese divino tesoro, debe adecuarse al estudiante y no, como generalmente ocurre, a la inversa. “Respetar los tiempos de aprendizaje de cada individualidad”, “centrar la evaluación en el proceso y no en el resultado final”, “promover la reflexión y fomentar los espacios de dialogo como herramientas de construcción del saber”, “desarrollar la autonomía y el pensamiento critico”, éstas ideas o conceptos (tal vez objetivos, para aquellos que aun creen en el Estado y sus bondades) son moneda corriente en los diseños y demás propuestas pedagógicas actualizadas. Y el sonido del timbre que no aparece cuestionado o por lo menos problematizado en ninguna de las páginas de estas biblias pedagógicas. Tiempos de aprendizaje, proceso, reflexión, dialogo, autonomía, pensamiento critico son términos que en la practica necesitan del tiempo para nutrirse y poder desarrollarse. Pero este tiempo no es precisamente un trabajar a tiempo, mas bien se trata de trabajar con el tiempo, hacerlo nuestro, adecuarlo a la medida de nuestra circunstancias. Cuantas veces el desarrollo de una idea, el cierre de algún tema o alguna bendita actividad se han visto cercenados por el llamado del recreo o un cambio de hora. Es cierto también que el tiempo escolar no alcanza, pero de ningún modo la exactitud del reloj podrá librarnos de esta falta. Tampoco se trata de que cada profesor haga del tiempo de su materia un uso antojadizo e indiscriminado. Tal vez una posibilidad para que realmente comencemos a respetar los tiempos de nuestros estudiantes esté en empezar a pensar al tiempo escolar y por consiguiente al tiempo de aprendizaje como una variable flexible, que si bien es limitado, no necesariamente está ajustado a los caprichos del timbre ( ni mucho menos a la parcelación de las trayectorias por ciclos y grados). Sin duda será una tarea compleja pensar y llevar adelante una escuela libre de timbre; sin duda alguna siempre será más fácil delegar en otro aquello que podríamos asumir como responsabilidad nuestra. Así delegamos nuestras condiciones laborales y el valor de nuestro salario a los criterios del sindicato, la organización de la escuela a los criterios de la dirección, los contenidos y temas a desarrollar a los criterios de la currícula oficial, el material de estudio a los criterios de la editorial y finalmente, la organización y dinámica de una clase al criterio del timbre. Olvidando que el paso a la autonomía y la autodeterminación es siempre un beneficio para el desarrollo de la personalidad y de la comunidad.
El niño y la niña igualmente resisten esta práctica escolar rígida que marca los tiempos, algunos se esconden para no entrar, tardan en los baños y en los diversos espacios institucionales, siguen jugando y hacen como que no hubiesen escuchado el timbre, es un rechazo contundente y disimulado que muchos niños construyen contra la práctica ritual del timbre escolar.
Para reflexionar y a modo de cierre
“De niño me inculcaron con seriedad que se debe decir la casa y no el casa; yo como y no yo comes. Se obstinaron igualmente en asegurarme que tarde es un adverbio y sobre una preposición. Cuando había aprendido bien una regla me descubrían que no era tal regla, que había numerosas excepciones, las cuales a su vez tenían excepciones. Al fin me libraron del colegio y me di prisa en olvidar cuanto en él había sucedido. Con asombro noté que no me hacía falta saber gramática para hablar en castellano.
Asombroso me pareció también que personas que no conocen la anatomía ni la fisiología del estómago digieran durante largos años imperturbablemente. Cuando me hube habituado a estos hechos, sospeché que las reglas no tienen quizá la importancia que los académicos y los dómines quisieran. Leí verdaderos libros, y vi que el talento y el genio suelen fundar la gramática futura sin molestarse en saludar la presente. La policía aduanesca de mis profesores perdía su prestigio. De dictadores pasaban a copistas. Encargados de medir el idioma, creían engendrarlo.
-Hombre se escribe con h -me corrigieron un día.
-¿Por qué? -pregunté, tímido.
-Porque viene del latín homo.
-¿Por qué entonces no escribimos todo igual: homo?
-¡Silencio!
Observé en los ojos del maestro la misma furia del presbítero que nos dictaba doctrina cristiana. Una regla no se discute. No se discute el código ni el catecismo. Explicar una regla es profanarla.
Escribir hombre sin h, ¡qué vergüenza! Y si en Italia se escribiera uomo con h, ¡qué vergüenza! Si una soltera pare, ¡qué vergüenza! Y si un hotentote encuentra virgen a su esposa, ¡qué vergüenza!
No examinéis las reglas. Examinar es desnudar, y el pudor público no lo permite. Perteneced, si podéis, a la innumerable, a la invencible clase de los archiveros, guardianes y administradores de LA REGLA, y si no podéis, doblad el pescuezo. Pensar es exponerse a ser decapitado, porque es levantar la frente.
La regla es la mentira, porque es la inmovilidad; pero no lo digáis, no lo deis a entender; defended el pan de vuestros hijos.
Rafael Barrett
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NUCLEAR NO
Los capitalistas, sean estos empresarios, banqueros, terratenientes o políticos solo ansían dinero y poder, poco les importa el destino de la humanidad, por lo tanto, es comprensible que no tengan escrúpulos a la hora de tomar decisiones (tanto sobre quien se alimenta y quien no, así como qué rincón del planeta es necesario destruir para saciar sus ambiciones).
Sobre los tratados con Rusia y China, en materia de energía nuclear, nos vamos a referir; los mismos que dan cuenta de la construcción, en nuestro territorio, de una central nuclear y varias centrales hidroeléctricas.
Rusatom es una empresa estatal rusa que ha tratado con Nucleolectica Argentina S.A el diseño y construcción de una planta nuclear con reactor de uranio enriquecido. China también ha entrado en la negociación con la provisión de inversiones, servicios e insumos para la construcción de la cuarta central nuclear, más una central tradicional de agua pesada y uranio natural y también de dos represas hidroeléctricas en Santa Cruz.
Podemos observar que se está poniendo en el paño muchas fichas al desarrollo de este tipo de energía y que el Estado argentino intenta generar su propia energía nuclear y abastecerse de materias primas (fundamentalmente, de uranio) por si misma.
Pero, ¿de dónde van a sacar el uranio? ¿Es la energía nuclear limpia y segura como están difundiendo desde el gobierno?
Por lo visto, los patagónicos estamos en aprieto ya que es sabido que en el suelo de Chubut se encuentra el uranio. Por este motivo el gobierno provincial es claramente pro-minero, y está haciendo, desde hace tiempo, hasta lo imposible o increíble para tratar de zonificar y convencer a la sociedad de que la explotación minera es el progreso para la provincia y el país.
Pero, tanto empresarios como políticos no hablan de lo negativo de esta clase de energía: no se dice que la energía nuclear es cara por la gestión (es decir el transporte, el tratamiento y la disposición fina)l de los residuos que genera. Tampoco que no es limpia ni segura, ya que nadie en el mundo se hace cargo de la basura nuclear. En algunos lugares se tiran los desechos al océano, en otros se los entierra. Además, hay muchos factores que hacen de la energía nuclear un sinónimo de muerte segura: muerte a largo plazo por el cáncer producto de la radioactividad o a corto plazo por alguna falla. "La radiactividad es una energía sutil, sin humo, sin olores, incolora, sin sentido alguno que la pueda captar. Si una millonésima parte de un gramo de plutonio penetra en nuestro cuerpo ocasionará cáncer." Estas características hacen imperceptibles el acecho de la radiación y de la "onda expansiva", la cual puede expandirse a muchos kilómetros a la redonda.
En relación con las fallas, recordemos lo acontecido en Chernóbil, en 1986, cuando, durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un aumento súbito de potencia en un reactor terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior. Las consecuencias: aproximadamente 31 muertos en el momento de la explosión, la evacuación de personas en un área de 155 000 km², altas dosis de radiación en la población (la radiación también fue absorbida por plantas, insectos y hongos, entrando y contaminando en la cadena alimenticia). Sin ir más lejos recordemos también lo que sucedió en Fukushima (Japón)en el año 2011: desastre provocado por un terremoto que sobrepasó la seguridad contemplada por las instalaciones de las plantas nucleares y que desencadenó una serie de fallas que culminaron en diversas explosiones y las fugas radioactivas.
¿Es esto lo que queremos para el desarrollo de nuestra región? De esta manera está asegurado el envenenamiento de las futuras generaciones.
Por estas razones es que no deseamos ni la extracción mega minera, ni la creación de centrales nucleares: Ni acá ni en ningún lugar del planeta.
"No se ha visto nunca a un accionista, empresario o político que viva dentro de una central y eso que hablamos de una energía tan segura y natural"…